Literatura Mexicana Contemporánea http://litmexcontempo.filos.unam.mx Proyecto PAPIIT IN402415 Literatura mexicana contemporánea (1995-2012) Sat, 01 Oct 2016 18:18:55 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=3.9.40 Colorear el pensamiento, ensayar la imaginaciónhttp://litmexcontempo.filos.unam.mx/2016/06/colorear-el-pensamiento-ensayar-la-imaginacion/ http://litmexcontempo.filos.unam.mx/2016/06/colorear-el-pensamiento-ensayar-la-imaginacion/#comments Thu, 02 Jun 2016 20:20:35 +0000 http://litmexcontempo.filos.unam.mx/?p=82 “Wittgenstein alguna vez aseguró, de manera por demás famosa,
que los colores nos invitan a filosofar.”

Cristina Rivera Garza, El disco de Newton. Diez ensayos sobre el color. México: Bonobos / UNAM, 2011.

El disco de Newton de Rivera Garza es un artefacto que permite la refracción de la luz en el pensamiento del lector. Artificio que lejos de iluminar esos espacios previamente delimitados por la perspectiva del ojo cartesiano, genera nuevas experiencias de color, pensamiento e imaginación.

La obra invita, a la vez que nos incita, a pensar de otro modo. “Morado es un color y es también la descripción de un sitio que ha sido habitado por un ala magnífica y es el participio del ojo que, desde lejos, me mira” (27). El color es el motivo inicial por medio del cual se evidencian múltiples formas de relacionarnos con el mundo, poniendo en crisis la restringida percepción de los colores como adjetivos calificativos, delimitados perfectamente para acompañar y no para protagonizar. Aquí los colores son experiencias no siempre asequibles por medio de la razón, pero presentes: “«The redness/ of red» escribió Rae Armantrout para referirse a algo que no entiendo pero que, sin embargo, percibo. «Lo rojizo/ del rojo».” (53).

El disco de Newton va más allá de la denotación de la presencia cotidiana de dichas experiencias y apela a la capacidad perceptual y afectiva del lector: “Y cuando miras hacia atrás y ves sus cuerpos destrozados, cuidadosa, quirúrgicamente desmembrados, ¿sientes algo?” (14), “Sentir es un verde demasiado amplio.” (16), “¿Sientes algo?” (17). El texto produce relaciones y afecciones diversas por medio de la experimentación con la palabra. Subrepticiamente aparece la palabra Alquimia. Hay en esta obra una evidente preocupación por el lenguaje. Una de sus manifestaciones se encuentra en los títulos de los poemas: “Despejar”, “Conjurar”, “Mercuriar”, “Adorar”, “Avizorar”, “Vapulear”, “Desparpajar”, “Fosforecer”, “Reencarnar”, “Unir”. Ellos, en su calidad de verbos, anuncian la transformación de la noción del color como algo estático a una forma de movilidad del pensamiento, de la percepción y la imaginación. Posibilitan conceptualizar el color no sólo como una de tantas formas de ver, sino como una actividad a partir de la cual es posible pensar el mundo de otra manera.

La estructura del texto también revela su condición crítica ante el convencionalismo de las formas por medio de las que se pretende ejercer un desarrollo del pensamiento crítico. Ante los grandes géneros del pensamiento moderno, como el tratado filosófico o el ensayo académico, una forma peculiar de la recuperación de la experiencia vital del cuerpo en el acto de pensar. El disco de Newton es un mecanismo de escritura que al igual que el artefacto newtoniano, permite difuminar las barreras entre los géneros clásicamente otorgados al pensamiento y aquellos a los que se les otorgó la desprestigiada condición de la afectividad y la percepción.

Su movimiento no sólo permite la desestabilización del color y el pensamiento; a su vez provoca en el lector realizar acciones más allá del recorrido visual en la página y de la audición mental intrínseca al poema. Quiere que escuchemos más allá del texto: “¿Alcanzas a oír las campanadas de la iglesia” (20); que experimentemos el lenguaje desde nuestro cuerpo más allá de la lógica convencional: “Palpar. Pálpito. Púlpito. Pupilo” (16) o “Lo extraño que es pronunciar por primera vez la palabra estrella o la palabra incesto.” (43).

El tránsito del lenguaje por el cuerpo se hace aún más evidente en “Reencarnar”, donde el texto produce semióticas por medio de la palabra que no necesariamente convergen en significación. Hay aquí más que un afán de representación, un intento por crear presencia en el cuerpo de quien lo lee. La aflicción no está en lo que se nos dice, está alrededor de lo que se dice de ella:

La aflicción estaba y no en las prendas de vestir: un vestido azul cielo de corte recto sobre el cuerpo de ella y un traje de un gris muy claro sobre el cuerpo de él.

La aflicción se oía en el repiqueteo del tacón sobre el piso de mármol. La aflicción es una cuestión de exceso de orden.
[...]
La aflicción es un gasto del cuerpo. (45)

La angustia, incomodidad, desconcierto e incertidumbre experimentadas pueden leerse pero no contarse. Paradójicamente es una experiencia que se provoca en el plano de lo común: “Yo sollozo, tú gimoteas, él se aflige, nosotros chillamos, ellos lloran, ustedes se conduelen” (25), pero que inevitablemente acontece en el cuerpo de cada uno de los lectores de manera distinta. El lenguaje aquí hace y se hace sentir por medio de irrupciones y de ausencias: “Por alguna razón desconocida aparece en la página la palabra radiante.” (19), “Prefiero la palabra ira a la palabra rabia.” (50); “ Y a la vera del camino, las moras. El arbusto. La mano que.” (28), Entrar en la boca del Pacífico, horizontal. Los miembros tan extendidos como una cierta forma testaruda de. Introducirse como quien avizora y cree en el destino y en la santa mano del azar. Nadar ahí como quien recuerda de súbito que solía.” (31). Nos sitúa en los espacios oníricos en donde la vigila y el sueño se confunden: “El hombre no podía creer que su tristeza, que su aflicción, ese sufrimiento físico y esa pesadumbre moral, se transmitiera a través de las palabras que pronunciaba al estar dormido.” (47).

Rivera Garza nos presenta una obra que apela a nuestra imaginación como gran forma de pensamiento y a su vez nos recuerda la importancia del cuerpo como forma de experimentación de la palabra y el mundo: “Como está lleno de orificios, por el cuerpo pasan muchas cosas” (50). El disco de Newton podrá ser un círculo pero no encierra, abre las puertas de la percepción. Al girar, borra las delimitaciones, confunde lo fragmentario y lo dispone todo de otro modo. El disco no hace converger, evidencia que “Todos los colores están, en efecto, aquí.” (11).

Irene Luna
Facultad de Filosofía y Letras, UNAM

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Eduardo Milán: un pensamiento crítico desde la poesía para estos tiemposhttp://litmexcontempo.filos.unam.mx/2016/02/eduardo-milan-un-pensamiento-critico-desde-la-poesia-para-estos-tiempos/ http://litmexcontempo.filos.unam.mx/2016/02/eduardo-milan-un-pensamiento-critico-desde-la-poesia-para-estos-tiempos/#comments Mon, 15 Feb 2016 21:01:32 +0000 http://litmexcontempo.filos.unam.mx/?p=27 Eduardo Milán. En suelo incierto, ensayos (1990-2006). México: FCE, 2014. (Lengua y Estudios Literarios).

El poeta y crítico Eduardo Milán ha reunido bajo el título En suelo incierto, ensayos (1990-2006) (2014) parte de su obra crítica que se ha publicado anteriormente en los libros Resistir. Insistencias sobre el presente poético (1ª ed. en CONACULTA 1994; 2ª ed. en FCE 2004), Justificación material. Ensayos sobre poesía latinoamericana (UACM, 2004), Un ensayo sobre poesía (Ácrono/ Libros del Umbral, 2006) y Una crisis de ornamento. Sobre poesía mexicana (UAMC, 2012). Dada la escasa circulación de estos ensayos a nivel nacional e internacional, su compilación en un solo volumen resulta de gran trascendencia para reconocer y seguir de cerca un trabajo crítico destacado en la poesía latinoamericana. Es común considerar que la crítica sobre la poesía latinoamericana y mexicana es poca con relación a otros géneros literarios como la narrativa, pero también esto resulta proporcional al interés de los mismos lectores y escritores de poesía. En realidad a pocos parece interesarles la crítica profunda y reflexiva sobre el acto de la escritura poética así como de su comprensión dentro de nuestra sociedad y cultura. Esto aumenta aún más la importancia de este compilatorio recientemente de Milán pues a través de estos textos se puede vislumbrar una propuesta crítica consistente que bien podría resumirse como una preocupación contemporánea por la pertinencia y posibilidad del discurso poético en el siglo XXI.

En suelo incierto parece ser la reelaboración de una frase conclusiva en un ensayo del poeta uruguayo, el cual, por cierto, no viene incluido en este volumen:

Lo que no puede hacerse equivalente es una posibilidad de recesión poética al modo de una posibilidad real de recesión en la economía del sistema capitalista actual. En todo caso esa recesión debería consistir en una mirada interior de los poetas a la poesía […] aquí, sobre un suelo igualmente improbable, se escribió Trilce. (203)

Con esta idea del “suelo igualmente improbable”, Milán concluye su ensayo “Tiempos que se alteran. Desde el presente, poesía latinoamericana” reunido en Ensayos unidos. Poesía y realidad en la otra América [1]. Lo incierto o improbable se debe a un espacio imaginario o posicionado desde una alteridad al respecto de Occidente, denominado comúnmente América Latina, a partir de donde se ha escrito y leído poesía a lo largo de más de cien años. De manera más cercana a las condiciones del ensayista, se trata de una situación de exilio ­–un afuera permanente– que le ha permitido juzgar, desde una visión de otredad, la frágil constitución de identidades y certezas lingüísticas en el marco de la modernidad del siglo XX. Esta posición se vuelve otra vez una ventaja en el marco de las problemáticas social y económica que se viven desde comienzos del siglo XXI; este sujeto, en constante crisis y desavenencia con el proyecto moderno impuesto, puede interpretar, desde la poesía, como manifestación cultural humana, las pautas para una salida alternativa a nuestra degradación actualn de otredad o bable o incierto. Esta condiciternativo. iencia l n las crisis de rcepcionante e la vanguardia de Paz en que vend. Por ello En suelo incierto se vuelve una lectura de trascendencia, no solo para la poesía pero para la literatura y el arte en general; para reflexionar sobre el hacia dónde y cómo hacerle para seguir adelante. La gran lección que puede legar la discusión de Milán en sus ensayos es demostrar que aún, cuando en esta segunda década del siglo XXI parecería que todo es incierto en Occidente, América Latina desde Rubén Darío siempre se ha movido en un suelo improbable o incierto. Esta condición de identidad imaginada u otredad brinda ciertas condiciones para salir adelante y proponer el poema que vendrá.

Por esto, la reunión y lectura seguida de estos trabajos representan un pensamiento continuo y estructurado que se puede caracterizar de manera muy resumida de la siguiente manera:

“Resistir. Insistencias sobre el presente poético”. De manera gradual, a lo largo de tres secciones, el poeta uruguayo comienza por la problemática misma de la escritura para acercarse al lenguaje del poema proponiendo una idea de lectura de la poesía latinoamericana desde el arrojo personal de lo nuevo. Son fragmentos de reflexión a partir de frases cortas que permiten al lector colocarse en su propia posición para imaginar, pensar y acordar o refutar los juicios categóricos que el ensayista propone. Por ejemplo: “El poeta actual no sólo ha perdido origen o lugar: perdió, fundamentalmente, identidad” (32) o “La poesía actual es el imperio de la anécdota, el imperio de la confesión que trata de convertir al lector en un sacerdote de domingo” (63) y finalmente: “Posiblemente en esta época ya no existe la obligación de ser nuevos. Pero sí existe, ineludiblemente, la obligación de ser nosotros mismos, es decir, diferentes” (99). Terminará este texto con un cuarto apartado con un solo ensayo dedicado a Trilce de César Vallejo: “Ese otro Vallejo”. En la edición de 2004 publicada por el Fondo de Cultura Económica, aún había agregado otro ensayo más sobre la relación poesía y sociedad en la obra de Juan Gelman y José Ángel Valente. Sin embargo para la línea argumental que lleva En suelo incierto, resulta más adecuado finalizar con una lectura de Trilce que condensa el desarrollo gradual de cada apartado. Este poemario, propone Milán, se ubica en “ese territorio impreciso, creado, inventado […] el yo poético ­–exista o no exista como sujeto en el mundo– tiene la misión moral de establecerse entre todas las negaciones anteriores para expresar: ‘Aquí pudo haber alguien’” (138). Este texto en su conjunto, se cuestiona y se contesta desde el carácter epistemológico de la escritura para ilustrar con Trilce la salida a lo improbable que es el poeta, su lugar de enunciación y la expresión poética.

“Justificación material. Ensayos sobre poesía latinoamericana”. En este texto en conjunto Eduardo Milán entra en materia definiendo una línea de poesía que comienza con Huidobro y culmina con el neobarroco. Esta lógica crítica viene contextualizada por la reflexión de “Resistir…” al destacar aquellos poetas y obras quienes, como Vallejo en Trilce, arriesgan todo por el conocimiento del lenguaje poético para atender a su presente. La base para ello es la vanguardia histórica: Vicente Huidobro, César Vallejo, Oliverio Girondo (desde la segunda edición de En la masmédula), José Lezama Lima, Nicanor Parra pero luego Octavio Paz, Haroldo de Campos, Carlos Martínez Rivas y el neobarroso de Néstor Perlongher, Roberto Echavarren además de la perspectiva neobarroca de Gerardo Deniz, Raúl Zurita y Coral Bracho. Y una perla: Hospital Británico de Héctor Viel Temperley. La idea central de estos apartados es la actitud vanguardista que prevalece en casi todos estos poetas para mantener vigente una discusión sobre la poesía, su lenguaje y función en la sociedad. Esto será el testimonio que se debe escribir y conservar para legar al futuro:

En este sentido el testimonio de la escritura rebasa la puntualidad histórica y se transforma en algo más allá de ese cumplimiento con el presente, que es, también, nuestro propio reconocimiento: se transforma en esperanza, en afirmación, en un debe haber que no sea un aplazamiento más, una necesidad de la necesidad para ver si así, mediante esa doble invocación logramos vencerla de una vez y no ser doblegados por ella. (256)

“Un ensayo sobre poesía”. En realidad no lo es tanto sobre poesía como de una impresión programática del presente y el porvenir desde la reflexión del lenguaje de la poesía: “hay una manera de concebir al poema como ese momento en que la escritura nos permite saber qué está haciendo, por qué, al llegar al cruce de caminos, elige uno y no el otro” (261). Desde esta intuición revalora un tiempo en suspenso (e incierto): la crisis del capitalismo, el 11 de septiembre y la secuela de terror, la catástrofe humana tras el paso de Katrina en Nueva Orleans, el exterminio de Palestina por Israel y los demás etcéteras que han conmocionado recientemente la estabilidad de Occidente. Por ello apelar al poema de sentido incierto supone para Milán tomar un camino apropiado ante las circunstancias actuales: “Cuando se le pide a un poema que “toque tierra” se le pide a la palabra poética un imposible: raíz. Raíz es lo que la palabra poética no tiene” (271). De ahí que concluya el rumbo de la poesía –el cual también es un acto ético–, a partir de una escritura fuera de tiempo: Hospital Británico de Héctor Viel Temperley, Purgatorio de Raúl Zurita, Los Sea Harrier de Diego Maquieira y “la obra maestra de la segunda mitad del siglo XX en poesía y en América Latina”: La nueva novela de Juan Luis Martínez.

“Una crisis de ornamento. Sobre poesía mexicana”. Es la interpretación de un campo específico y bien conocido por Milán, la poesía mexicana moderna, desde las ideas y argumentos críticos anteriores. No se trata de una lectura total del campo pero sí una visión parcial que cubre todo el siglo XX desde el problema fundamental de la modernidad y la relación con las tradiciones. Su interés crítico definido por las premisas que ya conocemos, lo lleva a proponer la manifiesta dualidad moderna en los “Nocturnos” de Xavier Villaurrutia, reposiciona las actitudes vanguardistas de Gilberto Owen y Salvador Novo, atiende la vanguardia de Paz en Blanco como correlativa al concretismo brasileño, fija un canon fundamental de la modernidad poética mexicana: Muerte sin fin, Cada cosa es Babel, Blanco e Incurable, cuestiona los términos usuales del coloquialismo desde otra lectura a Ramón López Velarde, Jaime Sabines, Juan Bañuelos y José Emilio Pacheco para concluir con su más importante apuesta: Gerardo Deniz arremetiendo “contra la concepción poética dominante en la poesía mexicana del siglo XX” (411).

La lectura integral de En suelo incierto, ensayos muestra una de la voces críticas más importantes en nuestra literatura hispanoamericana actual. A partir de las reseñas que Eduardo Milán publicaba en Vuelta desde la década de los ochenta se podía ya notar ese espíritu particular; libros de otras tradiciones poéticas en Latinoamérica y España que casi nadie conocía, lecturas distintas al gusto común (Parra, Deniz) y una actitud poco complaciente in cluso hacia el trabajo del mismo director de la revista donde publicaba. Esto es la esencia que subyace en los argumentos de Milán para mostrar un recorrido crítico a la poesía latinoamericana del siglo XX a la actualidad así como la cultura y sociedad desde la cual se ha escrito. Su punto de partida es crítico con el momento que nos ha tocado vivir, por eso alerta al escritor y previene al lector desde la misma escritura y la exploración del lenguaje para asumir una actitud de transformación continua que nos ayude a superar la degradación en la cual ha caído nuestra sociedad.

☞  Alejandro Palma Castro
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla


Notas

[1] Para fortuna nuestra este ensayo se ha incluido en la compilación, Ensayos por ahora (CONACULTA, 2014).

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